viernes, 12 de enero de 2018

Huguet de Mataplana (1174-1213)




































Huguet de Mataplana 
(? 1174 - 1213) 



























     Discuten, en varias canciones,  Huguet de Mataplana y Raimon de Miraval, Huguet reprocha a éste que coarte la libertad de su esposa, Na Caudairenga, por el hecho de ser una buena trobairitz.

I
De un sirventès me ha venido ganas,
que la razón me señala y me lo dicta,
y cuando hecho esté, emprenderá camino 
a Miraval corriente directamente,
Raimon, por el que siento pena,
porque hizo tan mala acción
contra la galantería, de la que siempre ha alardeado;
y si antes siguió recto camino
de amante cortés, ahora cambia su intención. 

II
En él es ahora evidente
el proverbio que el sabio dice:
que uno no conoce tan bien en sí
como en otros los defectos;
porque él solía tener esperanza 
en gozo y en alegría,
pero ahora para mal ha cambiado,
que ha introducido tal costumbre
que no le permite justificarse la villanía.

III
Porque por sus buenas cualidades
y por su bello encontrar apartó
su cortés mujer de sí:
bien parece que la aconsejara un sirviente.
Se ha alejado de la esperanza
ser amante, en mi opinión,
porque si le quisiera más galantería y solaz
no haría tal ultraje
a causa del cual todos los corteses querrían su mal.

IV
Porque el marido al que favor la juventud
ha de soportar, porque de la misma manera
el soporten los otros vecinos,
pero así le ha cambiado su cordura.
Y pues hizo tal maldad,
intente con ella llegar a un acuerdo.
Y si ella quiere y le place recuperarla,
le concederá la ventaja
soportar un amante que encuentre a su gusto.

V
Y luego su casa será feliz
ya que con ella habrá hecho las paces,
con la condición de que nunca le haga reproches
para encontrar ni por las palabras placenteras;
ni ella tenga dudas
ni le tenga como un agravio
si su casa es a menudo festejada;
porque así nos gustará
nosotros, los corteses y desagradará los celosos.

VI
Na Caudairenga, señora, bien sabéis
que estoy irritado del camino
que ha emprendido en su buen corazón.



      Dice Martín de Riquer (1914-2013)
     «Sostiene pues Huguet de Mataplana que, por el hecho de ser una trobairitz, Na Caudairenga tiene también derecho a practicar el amor cortes y a celebrar en sus canciones a un amante, curiosa defensa de lo que hoy llamaríamos una mujer intelectual».
                     

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